20 de mayo de 2014

La gente extraña el Messenger!

messenger

Ya hace más de un año que el Messenger como tal dejó de existir. En su lugar, tenemos una nueva mensajería basada en la fusión del msn con el Skype. Y aunque desde Microsoft han hecho de todo por transmitirnos las bondades del nuevo servicio, todavía hay mucha gente que sigue añorando al viejo y querido Messenger. Aquí te contamos cuáles son las cosas que más extrañan los fanáticos del msn.

Muchas son las causas y los responsables de que Messenger llegara a su fin. Con la expansión de las redes sociales hubo un gran cambio en las comunicaciones, que sumadas al auge de la telefonía móvil hicieron que el final del histórico msn fuera una crónica de una muerte anunciada.

Es cierto que durante mucho tiempo el MSN fue nuestra única opción para comunicarnos instantáneamente con alguien desde nuestra computadora. Y quizá esta exclusividad sea la principal causa de que muchos usuarios lo tengan en su memoria emotiva y que incluso lo añoren.

Actualmente, tenemos varios servicios similares a lo que fue el Messenger en sus años dorados, entre los que podemos elegir: el servicio de mensajería de Facebook, el de BlackBerry, WhatsApp, Google Hangouts, y el mismísimo Skype (fusionado con el ex Hotmail). Ante tanta oferta, es lógico que las elecciones respondan a criterios diferentes: gustos, comodidad, posibilidades económicas de adquirir un dispositivo y no otro, etc. etc. Sin embargo, hace un tiempo atrás estas cuestiones no se analizaban, porque el legendario Messenger cumplía con la mayoría de nuestras expectativas.

messenger viejo

Estas son algunas de las razones que los usuarios mencionan al preguntarles ¿Qué es lo que más extrañas de Messenger?

  • Las conversaciones se percibían más íntimas y espontáneas. Para algunos, incluso, eran más filosóficas y profundas.
  • El folclore en torno al msn que implicaba todo un proceso: encender la computadora, abrir la aplicación, iniciar sesión, ver si el contacto estaba conectado y recién ahí seleccionarlo y escribirle.
  • Las interacciones que se generaban, que tenían cierta permanencia (no sólo en la aplicación misma sino en el recuerdo de sus protagonistas).
  • La posibilidad de ponerle un sonido de notificación distintivo a los contactos elegidos.
  • La necesidad de dejar encendida durante días la computadora, con la esperanza de que alguien les escriba, ese mensaje que tanto se estaba esperando.
  • Tener una primera colección de emoticones, buscar los más originales, reemplazar con ellos a las palabras para expresar estados de ánimo…
  • Hacerse rogar, tomándose tiempos extras para responder ante un mensaje (hasta hace poco esto era imposible con Whatsapp, pues delataba a los usuarios mostrando el estado “en línea” y les impedía esta posibilidad de tomarse unos minutos para hacerse desear antes de responder a los contactos.
  • Los llamativos (y molestos) zumbidos: para llamar la atención de alguien, para exigir respuestas, para expresar alegría y tantas otras intenciones.
  • Los nicks con frases o canciones románticas, que se solían cambiar con mucha frecuencia. Ahora al tener tantas aplicaciones un mismo estado puede durar meses.
  • La posibilidad de husmear en las vidas de los demás a través de los perfiles de Live Space… algo que luego llegó a su máxima expansión con Facebook.
  • La producción de mensajes inentendibles e indescifrables: con emoticones, atajos de escritura, cambios de sílabas por letras (casa = ksa) y demás… que convertían un mensaje en un jeroglífico.
  • Los molestos contactos que daban enter luego de cada palabra escrita, en lugar de escribir la frase entera, lo que producía continuos ruiditos de notificación.
  • Los artilugios de iniciar y cerrar sesión para llamar la atención de alguien, y que se enteraran de que ya estábamos conectados. ¿Quién no lo hizo alguna vez?

Para muchos el msn representa no solo una forma de comunicarse, sino una etapa inolvidable de sus vidas: recuerdos de la adolescencia, la forma de pedir una tarea del colegio atrasada, largas noches sin dormir en chats interminables, un divertimento o entretenimiento para matar el aburrimiento y la soledad…

Nostalgias, recuerdos, amores, encuentros y desencuentros. Incluso muchas parejas son el fruto de largas horas de chats e intercambio virtual.

Muchas sensaciones, sentimientos y experiencias que no lograron (¿aun?) ser totalmente reemplazados ni compensados por ningún otra red social, aunque se posean millones de seguidores ¡ellos siguen extrañando al Messenger y claman por su vuelta!